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Creation Date
2008
Description
Picture of Lorena (age 21) and younger sister Angelica (age 19). The sisters have been raised in two homes, one with their maternal grandparents and the other with their paternal grandparents. This arrangement is due to the economic constraints faced by their parents in raising eight children. Lorena and Angelica both have expressed sadness about not being able to share much of their lives with their parents, but instead feel closer to their grandparents than to their parents. They also expressed disappointment about not having spent much of their youth with each other. Only after Lorena went to Comitán to join Angelica and another brother to study secondary school did she begin spending time with her siblings.
Angelica has been studying in Comitán since age 12 and is now a college student, studying business administration; she lives alone there during the academic year in a home purchased by her father and another uncle, who both work in the U.S. Angelica travels on weekends back to La Gloria to spend time with her siblings and plays soccer with her sister in an all-woman team ‘Arsenal’—named after the professional team in the United Kingdom—which is equipped with replicas of Arsenal’s red-and-white uniforms.
A lack of sustainable income forced Lorena and Angelica’s parents to migrate to the United States (U.S.), where their mother works packaging vegetables during the night shift while their father works in a furniture factory. Their mother migrated after their father got injured in a work-related accident at a construction site in the U.S., which ended the remittances he had been sending back to Mexico. Their mother had to travel three nights and two days to cross the Mexican-U.S. border, with only five litres of water and 5 kilos of apples, and was captured by U.S. immigration authorities (along with their grandfather, two cousins and 50 other members of La Gloria. After being deported to Tijuana, they were able to re-enter the U.S. on a second attempt the same night. As a result of her treacherous experience, their mother advises all her children not to risk migrating to the U.S. After her mother left to the U.S., to supplement the remittances sent to Mexico, Lorena had to leave school for two years to take care of her four youngest siblings (ages: 7, 7, 10 and 16), with the understanding that she would return to school one year after her mother arrived to the U.S. During this period, both her mother and father have sent remittances in the amount of 10,000 pesos per month ($1,000 USD). A little more than two years has passed since their mother’s departure to the U.S., and Lorena has recently passed an entrance exam to enrol at a local University in San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
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Foto de Lorena (21 años de edad) y su hermana menor Angélica (edad 19). Las hermanas han sido criadas en dos hogares diferentes, una con los abuelos maternos y la otra con los abuelos paternos. Este arreglo se debió a problemas económicos que los padres tuvieron que encarar al criar a ocho hijos. Lorena y Angélica, ambas han expresado tristeza por no haber podido compartir parte de su vidas con sus padres pero por otro lado sienten mayor cercanía con los abuelos, quienes las criaron, que con sus padres. También expresaron decepción por no haber pasado gran parte de su juventud juntas. Solo después de que Lorena se fue a Comitán para acompañar a Angélica y a otro hermano para estudiar la secundaria, comenzó a pasar tiempo con sus hermanos.
Angélica ha estado estudiando en Comitán desde la edad de 12 años, ahora es una universitaria en Administración de Empresas. Durante el año académico, vive sola en una casa adquirida por su papá y otro tío; quienes trabajan en Estados Unidos. Angélica viaja los fines de semana a La Gloria para pasar tiempo con sus hermanos y jugar al fútbol con su hermana en un equipo femenino llamado “arsenal”; llamadas así por el equipo profesional del Reino Unido, pues dicho equipo femenil porta réplicas del uniforme rojo y blanco.
Una falta de ingresos sostenibles forzó a los padres de Lorena y Angélica a emigrar a los Estados Unidos, en donde su madre trabaja empacando vegetales en el turno de la noche, mientras que su padre trabaja en una fábrica de muebles. Su madre emigró después de que su padre resultó herido en un accidente de trabajo en la empresa de construcción en los Estados Unidos, lo que evitó que recibieran las remesas que él había estado enviando. Su madre tuvo que viajar tres noches y dos días para cruzar la frontera México-Estados Unidos, con sólo 5 litros de agua y 5 kilos de manzanas; fue capturada por las autoridades migratorias de los Estados Unidos (junto con su abuelo, dos primos y otros 50 miembros de La Gloria). Después de haber sido deportados a Tijuana, pudieron regresar a los Estados Unidos en un segundo intento la misma noche. Como resultado de esa mala experiencia, la madre les aconsejó a sus hijas que no se aventuraran a la migración a los Estados Unidos.
Después que su mamá se fue a los Estados Unidos, para poder cumplir con los envíos de dinero a México, Lorena tuvo que dejar la escuela por dos años para cuidar a sus 4 hermanos pequeños (edades 7, 7, 10, 16), con el entendimiento de que ella regresaría a la escuela, un año después de que su madre llagara a los Estados Unidos. Durante este período, tanto su madre como su padre han enviado dinero por un monto de 10 mil pesos mensualmente ($1,000 dólares). Un poco más de dos años han pasado desde la partida de su madre a los Estados Unidos y Lorena recientemente, aprobó el examen de admisión para ingresar en una universidad local en San Cristóbal de las Casas.
Rights
All photographs © Manuel Gil 2008