Preview
Creation Date
2008
Description
This picture of Doña Alejandra and her son Alex attempts to replicate the dominant mother-and-child script used when photographing forced migrants. This picture challenges the naturalized form by shifting the assumed ‘care-work’ from mother-to-child to that of child-to-mother during the later years of life. The pressures of this shift in responsibility has very real psychological and physical consequences for forced migrants.
One of Alex’s friends in the U.S. informed him that he should save his money and not send remittances back, and told him ‘you might not return to see your family, so save your money here and just send a small amount back so that you may support yourself.’ This comment had a significant impact upon Alex, who was already depressed and saddened that he was far away from his family in La Gloria. As a result, after four years, Alex sought alcohol and drugs as an outlet of his depression.
While his siblings in Oregon tried to convince him to stop drinking, it was thanks to an elder brother who was participating in Alcoholics Anonymous (AA) that helped Alex escape his dependence on drugs and alcohol. In 2003, three months later, after attending AA meetings, he decided to return back to La Gloria. As he states, ‘I placed greater value on my life, and decided to return with my parents and be close to them. I also realized how important it is to give oneself to God and help others that are facing the same problems as I am. This has allowed me to place God first, then my physical being, then my economic wellbeing.’ Alex is one of a small number of return migrants that now reside in La Gloria, and has recently started an AA chapter in La Gloria to respond to drug and alcohol addiction faced by returning migrants. He also helps his mother take care of a small grocery store that he stocks up by travelling to the Guatemalan border.
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Esta foto de doña Alejandra y su hijo Alex intentan replicar la presentación la representación dominante de madre e hijo usado cuando fotografían a migrantes forzados. Esta foto se opone a la forma naturalizada al cambiar el asumido trabajo de cuidado de la madre hacia el hijo al del hijo a la madre durante sus últimos años de vida. La presión de este cambio en responsabilidad tiene muchas consecuencias reales psicológicas y físicas para los migrantes forzados.
Uno de los amigos de Alex en los Estados Unidos le dijo que debería guardar su dinero y no mandar todo. Le dijo ‘podrías no regresar a ver a tu familia, así que guarda tu dinero aquí y sólo manda pequeñas cantidades para que puedas mantenerte.’ Este comentario tuvo un impacto significante para Alex, quien estaba ya deprimido y triste por estar lejos de su familia en La Gloria. Como resultado, después de cuatro años, Alex buscó una salida a su depresión en el alcohol y las drogas.
Mientras que sus parientes en Oregón trataron de convencerlo de que parara de beber, fue gracias a su hermano mayor, quien participaba en Alcohólicos Anónimos, que ayudó a Alex a escapar de su dependencia de drogas y alcohol. En 2003, tres meses después de atender reuniones de Alcohólicos Anónimos, decidió regresar a la Gloria. Como él dice “yo coloqué gran valor a mi vida y decidí regresar con mis padres y estar cerca de ellos. También me di cuenta de cuán importante es entregarse completamente a Dios y ayudar a otros que están pasando problemas como yo lo hice. Esto me ha permitido colocar primero a Dios, luego a mi bienestar físico y luego a mi estabilidad económica”. Alex es uno del pequeño número de migrantes que regresan y que ahora residen en La Gloria y han recientemente iniciado un espacio de Alcohólicos Anónimos en La Gloria, para responder a la adicción a drogas y alcohol que están encarando los migrantes que retornan a La Gloria. El también ayuda a su mamá al cuidado de una pequeña tienda de abarrotes que él mismo surte viajando a la frontera con Guatemala.
Rights
All photographs © Manuel Gil 2008